Un espadazo
y las dos orejas del jabonero que cerró la tarde, catapultaron al venezolano al
podio de los triunfadores llevándose el escapulario de la Virgen del Carmen.
Sánchez Vara cortó una oreja del 3°, que no paseó, y partió para Sicaya. La
corrida de San Pedro y Salamanca no regaló nada y los dos primeros sí que fueron
toros de miedo…
(Desde
Celendín, Cajamarca, Juan Medrano Chavarría)
Esta
vez el brillo solar del astro rey iluminó la tarde en el gran recinto de La
Sevilla, con sus barreras, chaques, palcos y sobrepalcos atiborrados de
aficionados y curiosos. Con un ambiente inmejorable y al promediar las cuatro
de la tarde, el madrileño Francisco Javier Sánchez Vara, de gris plomo y oro, y
el venezolano Jesús Enrique Colombo, de grana y oro, a la señal del usía, iniciaron
el quinto y último paseíllo de la feria shilica de esta temporada.
Vistosísimo
el desfile a través de los más de cien metros que separan aquel gran portón que
simula la puerta de cuadrillas y el palco de la presidencia. Tras cambiar las
sedas por el percal, las miradas confluyen en la puerta de los sustos por donde
aparece un toro negro de San Pedro de más de 500 kilos, que trota y llega
pronto a jurisdicción de los toreros. Sánchez Vara intenta fijarlo con el
capote pero el animal protesta bruscamente saliéndose de las telas. Toma tres
puyazos, saca genio y en banderillas espera y hay que echarle muchas piernas
para clavarle un palo. En la muleta desparrama la vista, se viene por dentro, mira
de reojo, espera el acoso y mide para coger. Rebrinca en todos los muletazos y
jamás toma la muleta por abajo. No tiene un pase y el madrileño despacha de
estocada caída tras pinchar. El 3° tiene menos volumen y va más templado al
capote; y en la muleta, sin repetir, echa la cara por abajo aguantando el
torero y dibujando derechazos de buen trazo por ese pitón. El toro no tiene
ritmo pero pasa y el torero abrocha su labor con muletazos por alto mirando al
público, pasaportando con una buena estocada y cortando una oreja que no pasea
por la premura del viaje que tiene que emprender.
Al
primero de Colombo tampoco se le podía
torear. Derribó al piquero Rafael López y en la muleta el venezolano le tocó
los lados antes de despacharlo. El jabonero que hizo 4° no fue extraordinario
pero dio la cara y aunque sin dejar de mirar las tablas, atendió los toques del
venezolano y tomó con nobleza y poca clase algunos muletazos por el lado
derecho, antes de tumbarlo de un estoconazo y hacer rodar sin puntilla al
bicho.
Ficha.
Viernes día 3 de agosto de 2018. Tarde soleada, plaza llena. Cuatro ejemplares
de San Pedro 1° y 4°, y Salamanca 2° y 3°, de buena presentación y variado
juego, destacando por su regularidad los corridos 3° y 4°, este último premiado
con la vuelta al ruedo en el arrastre, que no se dio porque los encargados no
escucharon la disposición del juez. Resultado Artístico: Sánchez Vara (Gris
Plomo y Oro)Pinchazo, estocada caída, palmas. Estocada en lo alto, oreja. Jesús
Enrique Colombo (Grana y Oro) Estocada desprendida, dos descabellos, palmas.
Estocada entera en los rubios, dos orejas y puerta grande.
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Con La Sevilla al tope pasaditas las cuatro de la tarde, Colombo y Sánchez Vara en la puerta de cuadrillas.(1) |
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Y el primero, de San Pedro, que no tuvo un pase, con Sánchez Vara pasando la marimorena...(2) |
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Despachando sin más...(3) |
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El tercero medio le sirvió y le hizo faena de mérito por el pitón derecho...(4) |
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Matándolo arriba y cobrando una oreja...(5) |
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Que no paseó, pues tenía que emprender viaje hasta la lejana Sicaya, en el centro del Perú.(6) |
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El segundo, para Colombo, se comió la plaza y derribó al piquero Rafael López...(7) |
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Quedando maltrecho... |
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Y trasladado en ambulancia al nosocomio local. |
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El 4° venía chochón y Colombo cogió los palos... |
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Y aquietó los tendidos de La Sevilla... |
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Echándose a torear con mando y quietud... |
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Hasta donde le duró el alma al potable sampedrano... |
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Apostando a todo el llanero a la hora de la verdad... |
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Dejando un espadazo que desbarató al jabonero... |
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Para saborear el triunfo y el calor de la multitud... |
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Llevándose el premio mayor, escapulario de la Virgen del Carmen, junto a Santiago de la Rosa, mejor banderillero... |
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Y la puerta grande de Celendín. |
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Mención para Cahuantico, que se agarró en gran puyazo al 4° y picó toda la corrida tras la lesión del señor Rafael López. |