Tras torrencial aguacero, el albero encharcado fue una trampa para los toreros
Las
lluvias continúan imparables en la sierra norte del país. Y la tarde de
hoy casi se suspende el primer festejo de la feria en honor al Dulce
Nombre de Jesús, patrono de Jesús, distrito ubicado a unos veinte
minutos de Cajamarca, la capital departamental.
La
novillada anunciada comenzó con una hora de retraso. El piso del albero
lucía encharcado y el sistema de drenaje funcionó a medias; lo
suficiente para que los toreros se animasen a hacer el paseíllo.
Fernando Villavicencio |
Aunque
abantos de salida, los tres de Virú cumplieron; dos de ellos, 4º y 6º,
tuvieron clase y fijeza, escasamente aprovechados por sus lidiadores. De
la terna de novilleros, Fernando Villavicencio sorteó el mejor lote.
Lució mucha voluntad y ganas de agradar, conectando rápidamente con el
público. Estuvo por encima de sus dos oponentes aunque en algunos casos
su trasteo careció de orden y claridad. Morenito de Canta no remontó a
pesar que tuvo una buena oportunidad con el corrido 2º, uno muy bravo
del ingeniero Amorín, que puso boca abajo la plaza, tras desmontar al
piquero y encelarse con el caballo. El Yeta se dejó ver entonado pero no
aprovechó las bondades de su lote, aunque con el 6º, de Virú, tuvo
momentos de quietud.
Ficha.
Novillada con picadores. Lunes, día 16 de enero 2012. Tres cuartos de
entrada. Tarde nublada. Se corrieron seis ejemplares: 1º de Viento
Verde, rajado. 2º de Vista Alegre, bravo. 3º de Pinar del Río, noble.
4º, 5º y 6º de Virú, bravos y humillados.
Fernando Villavicencio ( Grana y oro) Estocada baja, palmas. Estocada caída, dos orejas.
Carlos Ramírez Morenito de Canta (Malva y oro) Estocada caída, una oreja protestada. Dos pinchazos, estocada delantera y desprendida, palmas.
César Bazán El Yeta (Berenjena y oro) Estocada baja, aplausos. Estocada entera, traserilla, oreja.
Villavicencio, Rematando |
Villavicencio pasea orejas, con las que triunfó |
El yeta. |
El Yeta en primer tercio |
Morenito de Canta. |
Morenito de Canta |
Torrencial aguacero, dejò en charcos el albero |
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