Morante toreando con sentimiento a este discretísimo ejemplar del señor Ernesto Gutiérrez, en la corrida que abrochó la feria de Medellín. |
Las plazas de América no se derrumbarán sin las figuras.
José Tomás se cayó de Aguascalientes. Pretendía cobrar casi un millón
doscientos mil dólares por reaparecer en la feria de San Marcos…
(Juan Medrano
Chavarría)
A propósito de los exorbitantes
honorarios que José Tomás pretendía embolsarse en Aguascalientes, -más de un
millón de dólares-, donde anunciaba su reaparición y tal parece que
definitivamente no va; y de los petardos que las otras figuras reventaron en
plazas de América como Lima, Cali, Manizales, Medellín y México, donde
impusieron el medio toro y se alzaron con el talego. La polémica está servida.
Quién dará el puntillazo a la fiesta; los taurinos o los antis…?
El
run run se propaga desde hace un buen tiempo: las figuras están acabando con la
fiesta. Se escandaliza el cotarro, luego las cosas retoman su color. Queda
el remordimiento y el alboroto; aquella oración es apenas realidad consagrada de
uno de los lastres más inequívocos de la fiesta.
Escasísimos
periodistas comprometidos lo denuncian, callan los más y el gremio asiente
sumiso. Pasa en España. En América la realidad es simplemente patética; las
figuras cobran como los que más pero imponen el medio toro, el bóvido que ellos
o sus veedores reseñan en el campo, el que sin la edad, el trapío y el cuajo,
servirá para sus gestas de gloria.
Pasó
recientemente en Lima con la indecorosa corrida del señor Roberto Puga, donde
el asunto tuvo ribetes de escándalo; en Cali con los impresentables de Las
Ventas y Ernesto Gutiérrez que mató El Juli, quien también degustó el mismo
bocadillo en Manizales; el drama se trasladó a Medellín, donde el de la Puebla
del Río desgranó su arte ante otro par de remedos de don Ernesto; y
como frenético colofón, en la misma México el querubín Manzanares mató una
indecible becerrada que ni los románticos y extasiados narradores charros
pudieron dorar.
Pero
lo de José Tomás es de efemérides. Joaquín Ramos, uno de los veedores españoles
del divo, en el verano de 2010 rebuscó entre unos treinta toros de la ganadería
bogotana del maestro Rincón, a los toros que el de Galapagar mataría en la
Santamaría el 21 de febrero de aquel año junto a Manzanares y el colombiano
Pepe Manrique. Este cronista fue testigo del mal momento que vivió el ganadero,
quien nos comentó que empleó casi una semana para reunir jornada tras jornada a
los toros que podrían servir para la corrida del maestro. Reunidos en la plaza
de tientas, los encierros eran escrutados, toro por toro, por el veedor, que
finalmente se decidió por los seis más los sobreros. El domingo, como era
lógico, los anovillados fueron para José Tomás y los más gordos y voluminosos
para el nacional Pepe Manrique.
Esta
realidad propició que los empresarios colombianos, muy especialmente los de
Cali, prescindieran de las llamadas figuras durante algunas temporadas.
Recuerdo alguna vez a los hombres fuertes de Cañaveralejo visitando Madrid para
contratar a las figuras, y retornar sin contratos y enfadados por las
desmedidas pretensiones de aquellos muchachitos envueltos en papel caché.
Al
2013, las ferias cafeteras sólo contratan a una figura base de cartel. Felizmente
la afición no ha decrecido; por el contrario, los abonos se mueven con aquellos
interesantes toreros españoles que dan batalla y enaltecen el toreo. Allí están
los nombres de Fandiño, Castaño y Fortes. En Lima hubieron entradas importantes
no porque hubieran figuras en todas las corridas, sino porque en Acho
confluyeron toreros fajadores y también de los artistas que arrearon ante toros
cuajados y enrazados; binomio que es, en fin de cuentas, el verdadero sostén de
la fiesta.
Las
plazas no se derrumbarán sin las figuras; en cambio, la afición perderá interés
por la fiesta si continúan vendiéndole novillos en vez de toros, y elevando el
precio de las entradas a niveles inalcanzables para su economía. Lo demás es
puro cuento.
Las
plazas de la América taurina tienen que hacerse respetar…!!
EL Juli con este novillo adelantado al que indultó en la reciente feria de Manizales. |
Manzanares tampoco asumió su categoría de figura del toreo. Miren lo que toreó en Lima. En La México también fue abroncado por el impresentable lote de Marrón que mató. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario