De a pocos se consolida
como una de las ferias más importantes del sur del Perú. Poco importa que los
inefables del toro pretendan degradarla. Esta temporada, durante sus tres
tardes, hicieron el paseíllo toreros importantes con toros que dejaron en alto
el listón de la cabaña brava sureña. Triunfaron Israel Lancho, Morenito de
Canta, Ángel Ramos, el rejoneador Andrés Ruiz y la novillera mexicana Karla de
los Ángeles.
(Juan Medrano
Chavarría. Fotos: Abraham Ccallo Cahuana)
Ayaviri es
la ciudad capital de la provincia de Melgar, asentada en el altiplano puneño a
casi 4,000 metros de altitud. Es emporio del folclor y la religiosidad donde se
tributa al toro en solemne rito de fe a
los pies de la Santísima Virgen de la Alta Gracia, patrona de los ayavireños.
En pago por
la prosperidad y a lo que la vida les ha dado, los alferados, en número de
tres, uno por día, regalan corridas de toros al pueblo. El escenario es la gran
moya donde se levantan palcos de madera de hasta cuatro niveles. Allí se
instalan las familias notables y las de los comuneros que con el tiempo
alcanzan notoriedad. Se bebe, come y disfruta durante la corrida y a la mitad
del espectáculo los alferados del año entrante son izados a hombros y bañados
en cerveza.
La feria
empezó el miércoles día 11 de setiembre y se prolongó hasta el viernes día 13.
Hubo buen tiempo y el sol brilló intenso y esplendoroso en lo alto. Desfilaron
toreros de la talla de Israel Lancho y David Esteve, junto a los nacionales
Fernando Roca Rey, Morenito de Canta y Adrián Ugarte; junto a ellos el
rejoneador colombiano Andrés Ruiz, los novilleros venezolanos Ángel Ramos,
Jesús Colombo y la mexicana Karla de los Ángeles.
En Ayaviri
el espectáculo se sustenta en el respaldo ganadero que ofrece la propia región,
donde florecen dehesas como Checayani y Rural Alianza, los proveedores más
importantes de ganado bravo para las ferias del altiplano. A ellas se suma la
arequipeña Campo Bravo de Viraco, que esta temporada desentonó al presentar
ejemplares sin hierro ni número que pronto se apagaron; lo visto el jueves día
12 de setiembre con el 3° y 4° nos releva de mayores comentarios. En cambio la
plena garantía de los checayanis y rurales, que si buenos o menos buenos, duran
y ofrecen juego, marcaron la diferencia y libraron del estropicio al
espectáculo y a sus nobles organizadores.
Pero en el
toro la nobleza no es atributo valedero. El rejoneador español Callejón,
anunciado con antelación en el cartel de la corrida del viernes día 13, fue
sustituido a último momento por el colombiano Andrés Ruiz. El motivo: el
caballero carecía de caballos para torear. Tampoco la española Conchi Ríos pudo
comparecer y por ella se presentó la mexicana Karla de los Ángeles. Esta dama
sí se justificó; anduvo muy firme y quieta ante el corrido 3°. La fiesta acabó
en jolgorio porque los alferados no renuncian a su buena fe y son románticos
agradecidos de su suerte.
Cuidemos los
taurinos a la gallina de los huevos de oro. Seamos honestos con la gente que
nos tiende la mano. La fiesta da para todos. Preservémosla.
David Esteve, gran torero que actuó con seriedad en Ayaviri. |
Adrián Ugarte. |
Fernando Roca Rey |
Jesús Enrique Colombo. |
Morenito de Canta. |
Ángel Ramos con uno de los mejores ejemplares de la feria de Ayaviri. |
Karla de los Ángeles. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario