Cutervo cerró la feria de San Juan con un festejo que refleja de cuerpo
entero la mediocridad e informalidad de la fiesta de los toros en nuestro país.
Hacia dónde vamos… Qué queremos ser en la fiesta. Qué defendemos…? Dos
renombrados toreros dieron lecciones prácticas ante novillos repetidores,
enclasados pero pésimamente presentados…
(Textos y fotos: Juan
Medrano Chavarría, especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava)
“Para nadie es un secreto que la fiesta de los toros pasa
por uno de sus momentos más críticos. Y el único que puede volver a traer el
público a las plazas es el toro bien presentado y ofensivo. Pues el toro, antes
que embestir, tiene que aparentar ser eso, TORO. Un animal esmirriado y pequeño
antes que transmitir emoción y respeto, generalmente lo que transmite es
compasión…”
He aquí uno de los conceptos ganaderos que no admite
discusión. La fiesta sin el toro no es fiesta. No hay mérito para cualquier
figura del toreo si lo que tiene delante es cualquier cosa menos un toro, por
más que el animal tenga clase, sea repetidor y aguante más de setenta
muletazos…
Ocurrió en la última corrida de Cutervo. No es animadversión
hacia el ganadero, que tiene el mérito de haber encontrado la panacea de la
clase y el buen embestir de los pupilos que cría, que muchos ganaderos
quisieran alcanzar. El asunto va por el talante y el valor para echar ganado
tan pésimamente presentado en una plaza como la de Cutervo. Novillos
esmirriados, escurridos y sin hechuras, con pezuñas y pitones desproporcionados
a sus carnes…
Y poner delante a un César Jiménez o un Juan del Álamo
vestidos de luces para pegarles doscientos muletazos…? La verdad, una auténtica
chuflería. Alguien tiene que alzar la voz en la Tierra del Ilucán. Hay muchas
peñas allí, con viejos aficionados que conocen del asunto. Esta vez llevaron la
fiesta al límite, pero hacia abajo.
Un día antes nos regocijamos con dos indultos. Ayer volvimos
a la realidad y despertamos de nuestra quimera. Es que como aficionados al arte
a menudo caemos en el subjetivismo de una gran faena. Ausente el toro, poco o
nada tiene valor.
En la tierra del Ilucán saltaron a la arena cuatro
ejemplares de Montegrande y Roberto Puga pésimamente presentados, algunos con
poca fuerza pero repetidores y de buena clase, destacando el 3° con el hierro
de Puga premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Hubo un 5° del hierro
colombiano El Paraíso, -un toro-, que saltó con limitaciones físicas y de
locomoción que impidieron el normal desarrollo de la lidia. La gente protestó
porque faltó el 6°, uno del señor Puga que dijeron se quedó en corrales por herido.
Los toreros dejaron la plaza al doblar el 5°. No hubo premiación, los
organizadores anduvieron nerviosos y contrariados y el público abandonó el
recinto en frustración. Sin embargo, tras bambalinas el señor Wilson Lozada,
presidente del comité de fiesta, nos informó que Juan del Álamo fue el
triunfador de la feria, Roberto Puga la mejor ganadería y Alan Salvador Díaz el
mejor banderillero.
Resultado Artístico de la última corrida de la feria de San
Juan de Cutervo. Lunes, día 30 de junio 2014. Tarde soleada con tres cuartos de
entrada. César Jiménez (Primera Comunión y oro) Estocada trasera y desprendida,
descabello, oreja. Media estocada trasera, estocada traserilla, oreja tras
aviso (¿?) Juan del Álamo (Purísima y oro) Estocada delantera, tendida y caída,
oreja. Pinchazo y estocada entera, palmas. David Esteve (Lúcuma y oro)
Pinchazos y estocada, silencio.
César Jiménez |
El grán Juan del Álamo |
Dónde quedó el concepto de trapío |
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