Pinchó
una faena de disposición y emoción. Michelito escuchó los tres avisos y el
francés Juan Leal se fue desencantado. En tarde gris, la novillada de Apóstol
dio escaso juego y acaso complicada, hizo pasar la marimorena a los jóvenes
espadas...
(Juan Medrano Ch. Especial para Perú Toros, revista Fiesta Brava Y Casta Brava.)
(Juan Medrano Ch. Especial para Perú Toros, revista Fiesta Brava Y Casta Brava.)
Tardes grisáceas y tenues
las de Lima en la última semana. Como colofón, un rebaño de antitaurinos
profiriendo diatribascontra la fiesta en la Plaza San Martín.Con ese ambiente,
digamos sombrío, fuimos a toros ayer domingo. Cruzamos el puente sobre el río
Rímac; en el horizonte el cerro San Cristóbal con su romántico caserío; y al
pie, majestuosa, con sus eternos machones de rosa colonial y su arquería
andaluza, la emblemática plaza de toros de Acho, testigo de innumerables tardes
de gloria torera…
Si bien el sol no brilló en lo alto, la gente
acudió a la plaza. Hubo más de media entrada, rayando en los tres cuartos. Los
tendidos de sol lucieron casi llenos y el cemento, como diría el recordado
señor Bartolomé Puiggrós, -de quien nadie se acordó ayer-, se dejó ver mucho
más en las butacas de sombra.
Con este ambiente, se presentaron en Acho el
novillero mexicano de origen francés MichelitoLagravere, ataviado de sangre de
toro y oro; el francés Juan Leal, de caña y plata, y el nacional Carlos Ramírez
Morenito
de Canta, de verde y oro. La novillada llevó el hierro de Apóstol
Santiago, del señor Nazario Villafuerte Guardia, que saltó terciada y dio
escaso juego a la terna. De entre los seis, el lote del peruano tuvo mejores
condiciones de lidia y el corrido 3° fue reemplazado en plaza por falta de
trapío, tras la bronca al juez que se armó en los tendidos de sol.
Mucha expectativa por ver a Michelito, antes
de su anunciada alternativa en ruedos mexicanos. Al castaño que hizo 1° le hizo
faena atrevida y de mucho valor. A diferencia de los pueblos, donde suele
tragar muy poco, ayer puso el pechito y metió los riñones, persiguiendo al duro
de Apóstol para someterlo en muletazos al relance, en terca porfía. Lo que hizo
fue de mérito porque lo hizo en Acho, pero estamos seguros que hollar los
terrenos del morlaco le hubiera significado el cenit. Ante el 4°, uno huidizo,
le llegó la noche. Escuchó los tres avisos. Lección práctica: No hay que
desdeñar a los pueblos, donde hay que torear y matarlos de verdad…
Juan Leal prácticamente no tuvo material y
marchó inédito. Al 5° lo esperó a portagayola y su tenacidad no fue suficiente
para arrancarle un pase al rajadito que tuvo enfrente. La entrega y firmeza de
argumentos en ambas faenas fueron reconocidas con ovaciones por la afición de
Lima.
Hoy, la vida hubiera sido distinta para
Carlos Ramírez si ayer los hubiera matado, siquiera a uno de su lote. Ambos
ejemplares, en diferente grado, más el 6°, le embistieron; y por allí, más por
su determinación y orgullo propio, logró infundir emoción a la afición de Acho.Ante
el 3° bis, estuvo terco y firme, como los peruanos honestos que luchan día a
día con determinación por superarse en la vida, aguantando horrores en aquellos
quites porchicuelinas; y luego en las series por derecha soportando estoico las
coladas del Apóstol. De hecho, el canteño fue a Acho con el viento en contra, a
buscar otra vez la gloria al precio que fuere. Y no sintió la quemazón de los
puntazos ni la conmoción de las volteretas; con el traje rasgado fue siempre
pa’lante y pinchar le costó algún trofeo. Ante el 6°, que en la muleta se
empleó con fijeza y cierta codicia, lo dejó todo en el ruedo. Lección para
aplaudir. No le amilanaron las amenazantes miradas de Fabuloso, que iba a su
aire pero arreaba cuando se sentía hociqueado por la franela del espigado
torero, que pergeñó hasta tres emotivas series de derechazos que hicieron
estallar Acho.
Pero como en las novelas de la vida real, el
epílogo fue de desazón. El triunfo le fue esquivo y hay que ver si a un torero
humilde pero digno como Ramírez, lo vuelven a poner otra vez en Acho.
Ficha. Feria del Señor de los Milagros.
Domingo, día 4 de noviembre de 2012. Novillada con picadores. Tarde nublada con
tres cuartos de entrada. Novillos de Apóstol Santiago, terciados y de escaso
juego.
MichelitoLagravere
(Sangre de toro y oro) Pinchazo, estocada delantera, contraria y caída,
descabellos, silencio tras dos avisos. Tres avisos tras reiteradas estocadas y descabellos.
Juan Leal
(Caña y plata) Pinchazo y estocada entera desprendida, saludos. Pinchazo y
estocada perpendicular y desprendida, saludos.
Carlos Ramírez Morenito de Canta (Verde
y oro) Pinchazo y estocada entera y delanterilla, descabello, palmas. Cuatro
pinchazos y descabellos, silencio tras dos avisos.
Incidencias.
Destacaron en la pica El Toto, de la cuadrilla de Leal, y en banderillas el
ayavireño Richard Huarcaya, de las filas de MichelitoLagravere.
MichelitoLagravere |
Juan Leal |
Morenito de Canta |
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