Acho
– Feria del Señor de los Milagros – Segunda Corrida de Toros /Textos y fotos:
Juan Medrano Ch.
Inmenso por su valor, inmenso por su entrega e inmenso
por su inclaudicable voluntad, el torero de Jerez emocionó a la afición de Lima
que lo aplaudió de pie hasta trasponer el umbral de los arcos andaluces de la
bicentenaria. La corrida de La Ahumada y San Esteban de Ovejas saltó descastada;
sólo un par de toros embistieron con
claridad en la muleta.
Tras el fatal percance en España donde casi
pierde la vida quedando mermado de sus facultades físicas, Juan José Padilla
volvió a presentarse en Lima, desató la euforia en los tres tercios y tras
emotiva faena al 4°, salió por la puerta grande de Acho.
El jerezano compuso una tarde condenada al
ostracismo por el escaso juego de la corrida colombiana, cuyos ejemplares
rehuyeron los capotes, se escupieron de varas y a duras penas se emplearon en
el último tercio. El torero arreó a su lote en todos los terrenos, clavó un
extraordinario par de banderillas de dentro hacia afuera y con el destartalado 4°, de feas hechuras y
por quien nadie apostaba, estructuró una faena derechista que tuvo cotas
elevadas por el temple y buen gusto que imprimió a su quehacer. Sus naturales
limitaciones le privan de la plasticidad excelsa; el apunte es nimio comparado
con la grandeza de su espíritu, que lo llena todo, a oleadas, en el fragor del
desigual enfrentamiento con la fiera. Tras pinchar en lo alto, Padilla coronó
su labor con una estocada donde empeñó la vida para lograr el triunfo.
El Fandi ha dejado de ser el fenómeno
taquillero de otras temporadas. Se le observa mermado y sin las suficientes
motivaciones para mostrarse arrollador. Antes el sólo hecho de coger los palos
era motivo de ovaciones. Hoy le cuesta clavar con la precisión planetaria con
que antes lo hacía; se aflige con la muleta y las dudas obnubilan su razón. El
jabonero que hizo 5° se definió a bueno en la muleta y Fandila lo toreó más con
apremio que con sapiencia. De resultas que el toro se le fue y la gente lo
abucheó.
El nacional Alfonso de Lima volvió a
presentarse en Acho en su tercera comparecencia como matador de toros. Quiso
ser agradecido con los de sol, su tendido y el de su familia, cerrando al toro
en aquella querencia; el bicho resultó corretón y tras voltear en contrario de
varas tuvo fijeza en la muleta. El peruano lo atacó en cercanías con muletazos
sueltos de trámite; pero por el pitón derecho el toro venía con nobleza y
humillado. El asunto era la distancia, esperándolo a que rompiera por allí, con
conocimiento, temple y cabeza. El 6° fue uno de esos toros que la vida pone en
el camino de los toreros para hacerles madurar y enseñarles que la modestia y
la sencillez son valores que siempre hay que tener en cuenta en la convivencia cotidiana.
Domingo día 10 de noviembre 2013.
Corrida de Toros. Tarde soleada. Tres
cuartos de entrada.
Se corrieron seis ejemplares; 1° y 3° de
San Esteban de Ovejas; y 2°,4°, 5° y 6° de La Ahumada, desiguales de
presentación, rajados en varas y de diferente juego en la muleta. 4° Y 5°
aplaudidos en el arrastre.
Juan José Padilla (Gris en oro y azabache)
Estocada tendida y desprendida, palmas. Pinchazo y estocada entera, dos orejas.
El Fani (Coral y oro) Pinchazo y pinchazo y
estocada caída, silencio. Pinchazo, estocada trasera y caída, silencio.
Alfonso de Lima (Berenjena y oro) Pinchazo,
estocada entera desprendida, saludos. Dos pinchazos, media estocada delantera,
descabello, silencio.
Incidencias.- Destacaron en banderillas
Dennis Castillo y Andi Guerrero.
El Fandi. |
Alfonso de Lima. |
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