Brota de las muñecas de Cubas en la última de Santa
Cruz con triunfo y puerta grande. La corrida otra vez mansa y complicada; dos
buenos toreros pegaron la vuelta en desilusión y uno de ellos a la enfermería
con pronóstico menos grave...
(Desde Santa Cruz, Cajamarca, textos y fotos
de Juan Medrano Ch. Especial para Perú Toros)
El mundo no podía seguir siendo tan ancho y
tan ajeno para los toreros de Santa Cruz que esperaban ilusionados por un toro
que les embistiera. “Todo lo malo debía haber salido ya y en los corrales tenía
que aguardar algo potable, algo como para disfrutar y sentirse torero”,
comentaban los coletas durante la mañana horas antes del sorteo.
En el paseíllo los trajes de luces
volvieron a refulgir al sol y la plaza lucía un lleno de bote a bote, con
decenas de personas en las afueras pugnando por entrar al recinto cuyo aforo
estaba totalmente cubierto por unas seis mil personas. Era la última corrida de
la feria patronal y habría que esperar un calendario para volver al terruño y
disfrutar del espectáculo junto a la familia y amigos.
Pero la historia no cambio más que para un
torero: Juan Carlos Cubas. Los otros dos, los españoles Israel Lancho y Luis
Miguel Vásquez, marcharon de vacío con mínimas satisfacciones. Lancho tratando
de justificarse con un manso de Huacraruco que volteaba en contrario y al que
robó derechazos al hilo de las tablas; el otro de Salagual que predecía cosas
buenas por sus hechuras, resultó una prenda imposible de lucir a pesar de la
vehemencia del espigado torero. Vásquez, fiel a su buen concepto, hizo el
esfuerzo con el 2°, de muy mala clase; pero el geniudo y marrajo 5° le
contusionó la cervical y lo mandó al hospital donde permaneció dos horas en
observación, según el parte médico del doctor Carlos Cruzado.
Cubas pechó un lote bonancible esta vez. Lo
necesitaba tras los fiascos de los días anteriores. Las buenas maneras del
huancaíno se vislumbraron desde que se abrió de capa con el bonito castaño de
San Simón que arreaba doliéndose y a regañadientes, arrancándole muletazos de
su marca por el pitón derecho. Su quehacer subió de tono y con la gente
entregada lo pinchó y todo quedó allí. El 4°, de Huacraruco, tuvo salida de
tonto pero tras echarle el capote arreó con clase, continuidad y nobleza; esta
última su mejor virtud del que el peruano sacó partido para ligar muletazos con
artísticos cambios de mano por detrás y en el último tramo arrimarse para
atizar la emoción en los tendidos. La estocada no fue suficiente pero el
contundente descabello hizo aflorar el unánime pedido de trofeos.
Ficha. Martes día 1 de octubre de 2013.
Último festejo de la feria en honor al Señor del Costado. Corrida de Toros.
Tarde soleada al inicio del festejo con garúa ligera a partir de la lidia del
5° ejemplar. La corrida saltó bien presentada; 1° y 5° de San Simón, este
último con genio y peligro; y 2°,3°,4° y 6° de Salagual y Huacraruco, en
general mansos y de mala clase, excepto el 4°, noble y codicioso, premiado con
la vuelta al ruedo en el arrastre.
Juan Carlos Cubas (Azul pavo y oro)
Pinchazo, estocada tendida y desprendida, descabello, palmas tras dos avisos.
Estocada tendida y traserilla, descabello, dos orejas.
Luis Miguel Vásquez ( Lúcuma en azabache)
Estocada y perpendicular, descabellos, palmas. El 5° fue despachado por Juan
Carlos Cubas, como director de lidia, tras ser arrollado por el toro y
trasladado a la enfermería.
Israel Lancho (Salmón con remates en
azabache) Tres avisos y estocada entre sombras, palmas.
N.R: Nos informaron que tras el arrastre del
último ejemplar, al caer la noche, se realizó la ceremonia de premiación:
Triunfador de la feria: Diego Dos Santos El
Portu
Mejor Banderillero: Darwin Salazar Tachuela
Mejor Ganadería: Salagual.
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