Toreros y ganaderías de renombre se han presentado
desde antaño en Ticapampa, la tierra que degustó por primera vez nuestro hoy
famoso Pisco Sour, y donde por estos días sus entusiastas organizadores afinan
detalles para obsequiarnos dos corridas de toros con un cartel de toros y
toreros de verdadera categoría.
(Juan Medrano
Chavarría)
En la antigua plaza de toros de Ticapampa, aparecen Augusto Velásquez, Félix Rivera, Daniel Palomino, Raúl Enrique Colonia, Alejandro Arrieta y Rafael Puga, grandes toreros de antaño. |
Ticapampa, distrito de la provincia de
Recuay, es sin duda alguna la plaza más importante del Callejón de Huaylas y
del departamento de Ancash. Este renombre se lo ha ganado gracias a la
perspicacia, tenacidad y perseverancia de los buenos aficionados que hubieron
desde siempre en aquella tierra bendita por la belleza y exuberancia de sus
paisajes que yacen en las riberas del caudaloso río Santa.
Don Raúl Enrique Colonia fue uno de
aquellos grandes aficionados que señalaron el derrotero para lograr el sitial
que actualmente ostenta Ticapampa en el panorama taurino nacional. Gracias a la
honestidad y gran afición del señor Raúl, por aquellos años setenteros se
presentaron en el albero de Ticapampa ganaderías de renombre como Chuquizongo,
Pauca y Yéncala, lidiados por matadores de toros de la talla de Rafael Puga,
Daniel Palomino y subalternos de la categoría del recordado Félix Rivera y
Alejandro Arrieta El Tata.
Con el transcurrir del tiempo nuevos
nombres tomaron la posta y desde los albores de este siglo Ticapampa continúa
en la senda del progreso. Su plaza de toros tiene más aforo pero lo que llama
la atención es la preocupación de los organizadores por darle formalidad al
espectáculo. Y eso es lo verdaderamente importante, empezando por el toro que
se lidia en las últimas temporadas, que tiene el trapío y la edad reglamentaria
para solventar con creces la categoría de los festejos que se ofrecen al
ticapampino, a los aficionados de los pueblos vecinos y de todos los rincones
del país, que llegan por estos días para disfrutar de los toros y de la
hospitalidad de los poblanos.El cartel de este año es realmente
interesante. Los toros del señor Aníbal Vásquez lucen gordos y ni qué decir de
los espadas. Sólo queda esperar el día y la hora señalada, 13 y 14 de octubre,
para que salte el primero de la tarde y vaya para la posteridad una nueva
página de la rica historia taurina de este gran pueblo ancashino.
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