viernes, 8 de marzo de 2013

Cubas, se hace esperar, y extrañar.



La poca actividad del diestro de Huancayo no se condice con la gran calidad, verdad y pureza de su toreo. Los buenos aficionados lo esperamos en esta nueva temporada. Hay que echar a andar al torero…!!
(Textos y fotos: Juan Medrano Ch. Especial para la revista Fiesta Brava,  Perú Toros y Casta Brava)
Mientras sobrevolaba los macizos ecuatorianos de regreso a nuestra patria, tras mi estadía en la sabana cafetera, observando el ala del air bus cortando las nubes, a más de 35,000 pies de altitud, recordaba en letanía las plazas de mi país, sus fiestas, sus corridas y lo contradictorio de nuestra realidad. Días atrás había presenciado la corrida de Mondoñedo en Bogotá, asistido también a la premiación de los triunfadores de la temporada colombiana, a más de testificar sobre la lucha de los taurinos de aquel país contra el alcalde y verdugo de la fiesta, señor Gustavo Petro.
Entre aquellas disquisiciones había una muy prevalente: la corrida del domingo día 17 de febrero donde los mondoñedos reafirmaron su encastada dimensión, y un torero de nombre muy cortico, como dirían los colombianos, apodado Ramsés, tal el divino egipcio, que sino de efemérides, es actualmente, -con la venia de los buenos toreros que hay allá-, el depositario del talento y la buena clase de la torería colombiana.  
El concepto de talento innato y buena clase, trajo a mi mente el nombre de nuestro compatriota Juan Carlos Cubas, aquel torero de Huancayo que hacia finales del dos mil irrumpió en el escenario taurino como la principal promesa de la coletería nacional.  De origen humilde, cubitas se hizo torero a puro pulso, toreando por los pueblos de Dios, sin opción a escoger los toros, descarándose a su corta edad con todo semoviente que le echaban por chiqueros.
Con el auspicio del señor Roberto Puga, se fue para México a la escuela Pastejé. Tauromex apuesta por su tauromaquia y con las sabias enseñanzas del gran Marismeño, retorna al Perú hacia finales del 2004. La afición de Acho lo acoge y aquel año, el de su alternativa, abre la puerta grande del coso bajopontino por dos veces consecutivas: en su despedida del escalafón novilleril y luego como matador de toros.  Al 2013, en seis presentaciones en Acho, ha sumado cinco salidas a hombros por la puerta grande de la plaza más importante de la América taurina. Un palmarés que pocos toreros nacionales, con muchas más oportunidades y presentaciones en Acho,  pueden ostentar con orgullo.
Tras las gestas del 2009 y 2010 en Acho, sus detractores lo esperaban con el cuchillo entre los dientes. En el 2011 experimentó un traspiés y ello fue suficiente para taparlo. El torero encaró la temporada 2012 con nueva administración, pero en Cutervo no lo tuvieron en cuenta, tampoco entró a Bambamarca y los de Chota lo anunciaron en el cartel más modesto de la feria junina; empero, aquella tarde, con el lote menos propicio y haciendo su toreo, Cubas triunfó sin aspavientos. De allí para adelante se presentó en Puquio, Sicaya y Chalhuanca, entre otros escenarios de menor categoría.
En este nuevo año el nombre de este gran torero no suena ni va anunciado en los carteles teloneros de la temporada. Sucedieron las ferias de Sócota, Jesús, Caravelí… Con pena y algo de escepticismo nos preguntamos por el torero. Qué pasa con su administración…?
No nos llamaría la atención si el de Huancayo fuera un torero de aquellos que sólo pegan pases y cobran. Cubas es un torero de verdad; firme de planta, que se arrima, somete y tiene un temple portentoso, cualidades de un verdadero profesional del toro para dar dimensión al espectáculo. Este torero no tiene que demostrarle nada a nadie; tiene las credenciales y suficiente, sólo que aquel que lo represente tendría que ser idóneo para este menester; mantener buenas migas con todo el mundo; seriedad, inteligencia y habilidad para moverse en los despachos. Y un detalle muy importante: evitar escaramuzas con terceros; las rencillas restan y no suman contratos. 
 Suerte en este nuevo periplo torero bueno…!!
 

Ante el chico y el zambombo, el toreo de Cubas es verdadero y auténtico porque es de exposición, antes que ventajoso y aliviado...

Su arte y talento deberían ser degustados por el público de las plazas más importantes del país. Hay que poner a torear a este gran torero peruano..



No hay comentarios.:

Publicar un comentario